Pedro González Silva

El eclipse total de Luna que se dará este martes 8 de noviembre a las 6:59 de la mañana, tendrá características muy especiales, pues intervendrán múltiples energías planetarias que se conjugarán en ese momento, para darle “alta potencia” a este fenómeno astrológico.

La Luna estará en su máximo potencial al encontrarse “exaltada” en el signo de Tauro, lo que favorece para que haya un ambiente emocionalmente estable, lo que nos permitirá conectar nuestro estado de ánimo a situaciones que nos ayuden a desarrollar la fuerza de voluntad y la perseverancia, por encima de cualquier dificultad.

Al producirse el eclipse de Luna, se interrumpe momentáneamente esta energía emocional, y en ese tiempo de ocultamiento, puede ocurrir en nuestro subconsciente una limpieza de alto impacto, y luego del eclipse, al quedar de nuevo al descubierto la energía lunar, las cualidades que adquiere en Tauro, se sentirán con más fuerza, favoreciendo una readecuación en nuestros hábitos, que nos puede conducir a desarrollar proyectos de largo alcance.

El eclipse por sí mismo tiene una cualidad transformadora, pero en este caso estará acentuada porque al lado de la Luna estará Urano para darnos la posibilidad de cambios radicales, de una renovación a fondo en nuestros hábitos y rutina de vida, y un empuje creativo extraordinario. Y al lado también estará el Nodo Lunar Norte, anunciando nuevas experiencias, un aprendizaje y una misión en donde deberemos reestructurar nuestros valores de vida y prioridades.

En el signo opuesto, Escorpio, el Sol irradia las cualidades esenciales de este signo, que mueve a transformaciones profundas, por lo tanto, el efecto del eclipse se multiplica; Mercurio desde Escorpio, justo frente a la Luna, favorece la renovación de ideas, de entornos, y la búsqueda de verdades ocultas; Venus, también en Escorpio, mueve los cambios desde el punto de vista de los afectos y las relaciones humanas, y el Nodo Sur nos trae situaciones del pasado para resolverlas y dejarlas partir.

La Luna rige nuestro mundo psíquico y emocional, y cuando está en su fase llena, esa marea emocional está al máximo de elevación. La Luna se relaciona con nuestro subconsciente, con nuestra memoria acumulada, y en el subconsciente guardamos nuestras experiencias.

Los eclipses de Luna se dan en fase de plenilunio, y es buen momento para que las experiencias negativas, traumas, complejos, malos hábitos, que guardamos en el inconsciente y que nos traban, afloren en nuestra conciencia, y así logramos “limpiar” nuestra mente, “perdonando” situaciones del pasado.

Ilustración: Pedro González Rondón
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